From the Provincial: Have a Blessed Feast of St. Augustine
/
+BLESSED FEAST OF ST. AUGUSTINE+
BENDITA FIESTA!
BUONA FESTA!
Saint Augustine is a champion of restless hearts who yearn to know life in Christ. His past did not disqualify him from the love of God; it won’t disqualify any of us as we turn to Him. Saint Augustine is the great witness of hope for us all.
- Archbishop Paul S. Coakley
As we celebrate the Solemnity of Saint Augustine 2023, we are offered the opportunity, once again, of offering our attention to a pastoral leader who identifies with the “restlessness of the human heart.”
St. Augustine, as a leader, discovered that the longest distance between two points was the intellect and the heart. In his personal journey toward Truth, he absorbed his experiences along the way to be able to articulate, in human terms, the search toward Truth by accepting himself as fractured and in need of Christ’s grace and redemption.
Today, our world is fractured due to threats of violence, racial and political polarity, displacement of people, economic injustice and the volatility of the natural environment. All which contribute to an atmosphere of uncertainty and fear.
In his last years, Augustine’s world was crumbling around him due to political instability as well. Yet, he never lost sight that the created world, in its natural order of beauty, remained under the watchful eye of the Creator.
This element of hope may not be enough to stabilize the world as it should be, however, each of us have the ability, the intellect and the heart, to contribute toward the common good as Augustine challenges us to do so, even 1600 years later. The pastoral vision of Pope Francis embodies this hope and supports our journey together as we move forward to our future in a spirit of synodality.
--Anthony B. Pizzo, O.S.A.
Prior Provincial
+BENDITO FIESTA DE SAN AGUSTIN+
San Agustín es un campeón de los corazones inquietos que anhelan conocer la vida en Cristo. Su pasado no lo descalificó para el amor de Dios; no nos descalificará a ninguno de nosotros cuando recurramos a Él. San Agustín es el gran testigo de la esperanza para todos nosotros.
- Arzobispo Paul S. Coakley
Al celebrar este año la Solemnidad de San Agustín, se nos ofrece la oportunidad, una vez más, de ofrecer nuestra atención a un líder pastoral que se identifica con la “inquietud del corazón humano”.
San Agustín, como líder, descubrió que la distancia más larga entre dos puntos era el intelecto y el corazón. En su camino personal hacia la Verdad, absorbió sus experiencias a lo largo del camino para poder articular, en términos humanos, la búsqueda hacia la Verdad, aceptándose a sí mismo como hombre fracturado espiritual y necesitado de la gracia y la redención de Cristo.
Hoy, nuestro mundo está fracturado debido a las amenazas de violencia, la polaridad racial y política, el desplazamiento de personas, la injusticia económica y la volatilidad del medio ambiente natural. Todo lo cual contribuye a una atmósfera de incertidumbre y miedo.
En sus últimos años, el mundo de Agustín se estaba desmoronando a su alrededor debido también a la inestabilidad política. Sin embargo, nunca perdió de vista que el mundo creado, en su orden natural de belleza, permanecía bajo la atenta mirada del Creador.
Este elemento de esperanza puede no ser suficiente para estabilizar el mundo como debería ser; sin embargo, cada uno de nosotros tiene la capacidad, el intelecto y el corazón, de contribuir al bien común, como Agustín nos desafía a hacerlo, incluso 1600 años después. La visión pastoral del Papa Francisco encarna esta esperanza y apoya nuestro acompañamiento mutuo hacia nuestro futuro en el espíritu de sinodalidad.
--Anthony B. Pizzo, O.S.A.
Prior Provincial
